PALEOBIOGEOGRAFÍA
Islandia es un fundamentalmente una isla volcánica. Todas las estructuras geológicas que pueden encontrarse en su superficie son de origen ígneo o sedimentario, esto ultimo siempre como producto de la erosión y la meteorización de los materiales volcánicos originales. La razón de esta realidad geológica se encuentra en la propia localización de Islandia, precisamente a caballo entre las placas tectónicas Norteamericana y Euroasiática, siendo atravesada por la dorsal del Atlántico Norte, tal y como se ilustra en el siguiente mapa:
La roca de mayor antigüedad sobre la superficie de la isla ha sido datada en 15 MA, y pertenece precisamente a la región objeto de nuestro estudio biogeográfico: La península de Vestfirdir. este dato, junto con el conocimiento de la dinámica general de formación de litosfera en las dorsales oceánicas, conduce a pensar que esta península se situaba originalmente sobre la propia dorsal, y ha ido desplazando hacia el oeste progresivamente debido al empuje de la nueva corteza solidificada, que hoy constituye el resto de la isla, hasta alcanzar su actual situación.
Por otra parte, cabe preguntarse: ¿Por que constituye Islandia la única isla formada por la dorsal del Atlántico Norte?
Existen dos hipótesis al respecto que no son necesariamente excluyentes. La primera de ellas tiene que ver con la existencia de una presunta pluma del manto bajo la isla, es decir, una región del manto profundo con una fuente inusualmente alta de calor que provoca a su vez el ascenso de cantidades altas de magma por convección en esta zona concreta del planeta, generando una acumulación suficiente para alcanzar la superficie. La segunda hipótesis, de mayor interés paleogeográfico, afirma que durante la ruptura del continente Laurasia, durante el Cretácico, la corteza continental no se dividió limpiamente en dos únicos fragmentos, Norteamérica y Eurasia, si no que por el contrario, algunos fragmentos de esa corteza continental quedaron atrapados en la zona de fractura formando lo que en términos geológicos podrían llamarse microcontinentes. De este modo la formación de un "microcontinente islandés" supuso una especie de sustrato original sobre el que las rocas ígneas procedentes de la actividad tectónica se fueron infiltrando y depositando, lo que les permitió alcanzar la superficie en lugar de formar corteza oceánica.
Durante el periodo devónico (416 MA- 359 MA) la corteza continental situada bajo la corteza volcánica de Islandia formó parte de la cordillera que nació como consecuencia de la orogenia Caledoniana. Este fue un proceso de formación de montañas en el continente de Laurussia, cuya causa fue la colisión entre los continentes más antiguos de Laurentia y Báltica. Si bien en Islandia, hoy en día, no pueden apreciarse las huellas de este periodo orogénico, estas aún se conservan en las tierras altas de Escocia, los alpes escandinavos, las cordilleras de Groenlandia y el sistema de los Apalaches en Norteamérica.
Las rocas mas antiguas que actualmente constituyen y concretamente la península de Vestfirdir tienen una edad de 15 MA. Esto emplaza su origen en el Mioceno medio. Pero, ¿significa esto que Islandia no existía hasta entonces? La hipótesis del microcontinente expuesta anteriormente implica que tal vez si existió algo anterior a lo que hoy conocemos como Islandia.
Mapa batimétrico del Atlántico Norte, que muestra la situación de Islandia sobre la dorsal atlántica. |
Por otra parte, cabe preguntarse: ¿Por que constituye Islandia la única isla formada por la dorsal del Atlántico Norte?
Existen dos hipótesis al respecto que no son necesariamente excluyentes. La primera de ellas tiene que ver con la existencia de una presunta pluma del manto bajo la isla, es decir, una región del manto profundo con una fuente inusualmente alta de calor que provoca a su vez el ascenso de cantidades altas de magma por convección en esta zona concreta del planeta, generando una acumulación suficiente para alcanzar la superficie. La segunda hipótesis, de mayor interés paleogeográfico, afirma que durante la ruptura del continente Laurasia, durante el Cretácico, la corteza continental no se dividió limpiamente en dos únicos fragmentos, Norteamérica y Eurasia, si no que por el contrario, algunos fragmentos de esa corteza continental quedaron atrapados en la zona de fractura formando lo que en términos geológicos podrían llamarse microcontinentes. De este modo la formación de un "microcontinente islandés" supuso una especie de sustrato original sobre el que las rocas ígneas procedentes de la actividad tectónica se fueron infiltrando y depositando, lo que les permitió alcanzar la superficie en lugar de formar corteza oceánica.
- EN EL DEVÓNICO
Durante el periodo devónico (416 MA- 359 MA) la corteza continental situada bajo la corteza volcánica de Islandia formó parte de la cordillera que nació como consecuencia de la orogenia Caledoniana. Este fue un proceso de formación de montañas en el continente de Laurussia, cuya causa fue la colisión entre los continentes más antiguos de Laurentia y Báltica. Si bien en Islandia, hoy en día, no pueden apreciarse las huellas de este periodo orogénico, estas aún se conservan en las tierras altas de Escocia, los alpes escandinavos, las cordilleras de Groenlandia y el sistema de los Apalaches en Norteamérica.
Estaba sometido a un clima de tipo alpino, debido a su localización de un sistema montañoso de grandes dimensiones , si bien se encontraba en latitudes tropicales. La ausencia de fósiles tan antiguos en toda Islandia, a causa de la gran profundidad a la que se encuentra la corteza continental y el carácter ígneo de esa superficie, dificulta precisar su localización mas concreta en épocas anteriores a la fragmentación de Laurasia a finales del Mesozoico.
Situación global de los continentes durante el período devónico. La orogenia caledoniana se corresponde con la franja montañosa que recorre Laurussia en eje norte-sur, separando las regiones de Laurentia y Báltica (en marrón) |
- EN EL MIOCENO
Las rocas mas antiguas que actualmente constituyen y concretamente la península de Vestfirdir tienen una edad de 15 MA. Esto emplaza su origen en el Mioceno medio. Pero, ¿significa esto que Islandia no existía hasta entonces? La hipótesis del microcontinente expuesta anteriormente implica que tal vez si existió algo anterior a lo que hoy conocemos como Islandia.
Consultando un mapa batimétrico del Atlántico Norte, se puede observar la presencia de dos crestas o cordilleras significativas en el fondo oceánico, surgiendo desde el este y el oeste de Islandia, y conectando respectivamente con las islas Feroe y Shetland, y con Groenlandia. Este sistema de crestas se conoce como GIFR (Greenland-Iceland-Faroe Ridge). De acuerdo con Foulger et al. (2019) se formó por extensión mediada por magmas de un fragmento de litosfera continental, de forma semejante a lo que sucede hoy en día en el valle del Rift en África. Permaneció emergido durante la mayor parte del periodo terciario, hasta mediados del mioceno, formando una estructura geográfica como el puente continental de Thule. Este puente continental se habría ido extendiendo a causa de la apertura progresiva del Atlántico Norte hasta cubrir los casi 1000 km que separan el norte de Escocia y la costa este de Groenlandia, disminuyendo progresivamente su altura a causa de la subsidencia y de la acción de agentes geológicos externos hasta disgregarse en una cadena de islas y finalmente desaparecer bajo el nivel del mar. No obstante en la región situada inmediatamente sobre la dorsal oceánica, el aporte continuado de magmas habría mantenido la isla sobre el nivel del mar.
La existencia del puente continental de Thule conlleva grandes consecuencias paleogeográficas, en tanto que permitió en gran parte del periodo terciario el transito de fauna y flora entre Eurasia y Norteamérica. Así mismo, en lo que se refiere al ámbito de nuestro estudio, la presencia de esta franja de tierra justifica la llegada de diversas especies tanto animales como vegetales a Islandia que no podrían haber recorrido las grandes distancias que separan por mar este territorio de las áreas continentales. Ejemplos de estos son los fósiles mas antiguos hallados en la región de Vestfirdir, datados del Mioceno medio, en los que prevalece plantas de dispersión por discoria (por ejemplo Aesculus) y anemocoria de pequeñas distancias, que también nos dan pistas sobre la biota de la región durante este periodo. Es de señalar que la mayor parte de los taxones en los registros fósiles del Mioceno se corresponden con los taxones comunes del Oligoceno y el Mioceno en Norteamérica (Cercidiphyllum) y Europa occidental (Fagus, Tetracentron). En registros fósiles algo mas recientes aparecen nuevos taxones mayoritariamente caracterizados por una dispersión zoócora promovida por las aves (Ephedra, Comptonia, Smilax). Si la biota contemporánea de Islandia desciende o no, al menos parcialmente, de la presente durante el Mioceno es materia de discusión debido al efecto de las glaciaciones durante el Pleistoceno.
De acuerdo con Grimsson y Simonarson (2008) el clima en Islandia entre hace 15 y 10 MA se correspondía con un clima templado húmedo, con veranos cálidos y sin estación seca (Cfa según la clasificación climática de Köppen). La vegetación de este periodo se asemeja a la de regiones subtropicales actuales, con géneros como Sequoia, Liriodendron o Magnolia. A partir de la desaparición de diversos taxones florísticos del registro fósil durante los siguientes millones de años (Mioceno tardío) se evidencia un enfriamiento gradual que conduce hasta un clima templado de veranos frescos (Cfb según la clasificación de Köppen) y mas tarde, comenzando el Plioceno, el pleno predominio de coníferas y betuláceas, indica una transición a un clima oceánico subpolar, semejante al que se observa actualmente en las regiones costeras de nuestra área de estudio (Cfc según Köppen). Finalmente, la aparición de la tundra a finales del plioceno denota el inicio de la edad glacial.
La existencia del puente continental de Thule conlleva grandes consecuencias paleogeográficas, en tanto que permitió en gran parte del periodo terciario el transito de fauna y flora entre Eurasia y Norteamérica. Así mismo, en lo que se refiere al ámbito de nuestro estudio, la presencia de esta franja de tierra justifica la llegada de diversas especies tanto animales como vegetales a Islandia que no podrían haber recorrido las grandes distancias que separan por mar este territorio de las áreas continentales. Ejemplos de estos son los fósiles mas antiguos hallados en la región de Vestfirdir, datados del Mioceno medio, en los que prevalece plantas de dispersión por discoria (por ejemplo Aesculus) y anemocoria de pequeñas distancias, que también nos dan pistas sobre la biota de la región durante este periodo. Es de señalar que la mayor parte de los taxones en los registros fósiles del Mioceno se corresponden con los taxones comunes del Oligoceno y el Mioceno en Norteamérica (Cercidiphyllum) y Europa occidental (Fagus, Tetracentron). En registros fósiles algo mas recientes aparecen nuevos taxones mayoritariamente caracterizados por una dispersión zoócora promovida por las aves (Ephedra, Comptonia, Smilax). Si la biota contemporánea de Islandia desciende o no, al menos parcialmente, de la presente durante el Mioceno es materia de discusión debido al efecto de las glaciaciones durante el Pleistoceno.
De acuerdo con Grimsson y Simonarson (2008) el clima en Islandia entre hace 15 y 10 MA se correspondía con un clima templado húmedo, con veranos cálidos y sin estación seca (Cfa según la clasificación climática de Köppen). La vegetación de este periodo se asemeja a la de regiones subtropicales actuales, con géneros como Sequoia, Liriodendron o Magnolia. A partir de la desaparición de diversos taxones florísticos del registro fósil durante los siguientes millones de años (Mioceno tardío) se evidencia un enfriamiento gradual que conduce hasta un clima templado de veranos frescos (Cfb según la clasificación de Köppen) y mas tarde, comenzando el Plioceno, el pleno predominio de coníferas y betuláceas, indica una transición a un clima oceánico subpolar, semejante al que se observa actualmente en las regiones costeras de nuestra área de estudio (Cfc según Köppen). Finalmente, la aparición de la tundra a finales del plioceno denota el inicio de la edad glacial.
- EN EL PLEISTOCENO
El Pleistoceno (2,59 MA - 10000 a.C) se caracteriza por los periodos de glaciaciones que se sucedieron y que afectaron al planeta entero. La localización de los territorios era prácticamente igual a la disposición actual de los continentes e islas al ser una de las etapas más recientes en la historia del planeta.
Durante este periodo se dieron lugar cuatro principales glaciaciones: las glaciaciones Günz, Mindel, Riss y Würm; siendo esta última la más importante pues ocurrió hace 100000 años y finalizó hace 10000 años aproximadamente, por lo que sus efectos sobre la fauna y flora de Islandia todavía son muy notables.
Durante este periodo glaciar, la superficie islandesa estaba cubierta en casi su totalidad por una capa de hielo, la cual hizo desaparecer a una gran cantidad de especies, tanto animales como vegetales.
Hipótesis sobre la extensión del hielo durante el Ultimo Máximo Glacial (A, hace 20000 años) y el Dryas Reciente (B, hace 11000 años) |
Debido a esto se han creado dos teorías que explican lo sucedido con la fauna y flora que se encontraban en la región previamente: la teoría de los nunataks y la teoría de la tabula rasa.
La teoría de los nunataks explica que algunas especies consiguieron sobrevivir durante las glaciaciones que asolaron casi la totalidad del terreno al permanecer en pequeños espacios libres de nieve como, por ejemplo, picos de montañas a las que no les llegó el hielo. Estas poblaciones lograron sobrevivir y, al finalizar el periodo glaciar, repoblaron la superficie del territorio junto con otras especies colonizadoras del exterior.
Sin embargo, la teoría de la tabula rasa es contraria a la de los nunataks. Esta teoría estipula que durante las glaciaciones las especies no lograron sobrevivir y quedó un territorio totalmente deshabitado. Este terreno fue repoblado tras estos periodos por especies externas que llegaban a la isla por aire o por las corrientes marinas que genero el deshielo en el Mar Báltico, generando bloques de hielo en los que posiblemente especies pudieron cruzar el mar hasta llegar a Islandia y colonizarla.
Sin embargo, la teoría de la tabula rasa es contraria a la de los nunataks. Esta teoría estipula que durante las glaciaciones las especies no lograron sobrevivir y quedó un territorio totalmente deshabitado. Este terreno fue repoblado tras estos periodos por especies externas que llegaban a la isla por aire o por las corrientes marinas que genero el deshielo en el Mar Báltico, generando bloques de hielo en los que posiblemente especies pudieron cruzar el mar hasta llegar a Islandia y colonizarla.
Movimiento de bloques de hielo provenientes del Mar Báltico en los comienzos del Holoceno. |
Fuentes:
- J. Mangerud, J. Ehlers, and P. Gibbard, 2004, Quaternary Glaciations : Extent and Chronology 1: Part I Europe. Elsevier, Ámsterdam. ISBN 0-444-51462-7
-Eva Panagiotakopulu. 2014. Hitchhiking across the North Atlantic – Insect immigrants, origins, introductions and extinctions. Quaternary International. 341: 59-68.
- F. Grimsson, L.A. Símonarson. 2008. Upper Tertiary non-marine environments and climatic changes in Iceland. Jokull, 58: 303-314.
- T. Denk et al., 2011, Late Cainozoic Floras of Iceland: 15 Million Years of Vegetation and Climate History in the Northern Atlantic, pág. 647-668. Springer.
- G.R. Foulger et al., 2019. The Iceland microcontinent and a continental Greenland-Iceland-Faroe Ridge. Earth Science Reviews, 102926.
- https://www.britannica.com/science/Devonian-Period, Encyclopaedia Britannica. Visitado el 05/03/20.
- F. Grimsson, L.A. Símonarson. 2008. Upper Tertiary non-marine environments and climatic changes in Iceland. Jokull, 58: 303-314.
- T. Denk et al., 2011, Late Cainozoic Floras of Iceland: 15 Million Years of Vegetation and Climate History in the Northern Atlantic, pág. 647-668. Springer.
- G.R. Foulger et al., 2019. The Iceland microcontinent and a continental Greenland-Iceland-Faroe Ridge. Earth Science Reviews, 102926.
- https://www.britannica.com/science/Devonian-Period, Encyclopaedia Britannica. Visitado el 05/03/20.
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